Castillo de Castelo Branco
Se trata de una fortificación medieval situada en el punto más alto de la ciudad, construida en el siglo XIII por la Orden Templaria. Construido como parte de una línea defensiva para proteger la región de Beira Baixa, el castillo jugó un papel esencial en la defensa del territorio portugués durante la Reconquista.
Hoy en día, aunque el castillo está en ruinas, sus murallas y torres aún evocan el pasado medieval de la ciudad y ofrecen impresionantes vistas de la ciudad y el campo circundante. De la estructura original aún se conservan algunos elementos de las murallas, un aljibe y partes de las torres, que atestiguan la importancia estratégica que tuvo en siglos pasados.
La vista desde el castillo es uno de sus principales atractivos, permitiendo admirar el paisaje hasta el valle del río Ponsul y las montañas circundantes. Al atardecer, el ambiente se vuelve aún más mágico, con las sombras de las paredes envolviendo al visitante en una atmósfera de misterio e historia.